Gracias al sello independiente peruano Repsychled descubrí a Laurence Vanay.
La historia es lejana y casi de novela, pues en 1972 (el año en que yo nací) la joven Jacqueline Thibault había firmado contrato para lanzar su primer disco con un pequeño grupo y después de decidir lanzarse en solitario su manager desapareció con el disco.
Ella y el grupo no pudieron continuar porque tenían contrato exclusivo por 3 años.
Después de ese episodio, Jacqueline bajo el seudónimo de Laurence Vanay (aunque hay otras fuentes dicen que mantuvo su nombre real) continuó cantando y lanzando álbumes como solista porque además, tocaba piano, guitarra y batería.
Entre oscura y emotiva, sus canciones nos llevan a otros tiempos para muchos de nosotros, desconocidos.