Es antiguo pensar que los razonamientos brillantes tienen que ser enrevesados y complejos.
No.
Los amores retorcidos siempre son malos. Hacerse preguntas retorcidas también.
Sí.
“Siempre me pregunto cuántas canciones habrá
De tu casa a la mía y si algún día las contarás”
Me encanta escuchar frases cortas y sencillas, con universos personales aparentemente complejos. Que sencillos son.
“Una ola en el agua
Una exhalación
Una duna en el desierto
Una cosa más”
Y así entender que hay mundos conectados. Contrapuestos. Superpuestos.
Que no tienen generación. Ni X, ni Y ni Z.
Pongámosle letras a las emociones y razonamientos y no a las generaciones.